important message - coming Antichrist, and Light Cross in the sky

From the apparitions of The White Lady in Chile 1988
La Dama Blanca de la Paz www.lallenadegracia.cl
Miguel Angel (the seer - vision) I see a white man with his back covered with blood. I see thousand of man screaming and one enormous red light bursting in the sky. The nature horrifies and prefers to die. There are very clearly seen signs on the foreheads and on the hands. Anyone who does not have them is going to be dead. But, there are other people who have another sign that is the following one: Christ, Son, Savior, the great sign of Mount Golgotha where the Lamb was, and a hundred and fifty roses adorning that one sign of light and hope. This sign the Angels have given to all those who are inscribed in the Book of Life. The man in white is dyed by his blood cries out to heaven and the earth screams of panic. God's the children under the ground are praying like in the beginning. Anyone who has ears, listens, here I am bringing a revelation that you already know …

Because you are Lord of all creation. Because you are my God, the only existing God. Hallelujah to God in the heaven! Because you became man and you lived between us and you redeemed us so that all of the dead you raised the sky. Because you are seated at the right of God the Father and continue to live. Because you are Christ the King and Lord. Hallelujah! Hallelujah! Hallelujah!
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Friday, October 17, 2008

COLECCIÓN DE MENSAJES (61-80 )

LXI - Había un pastor que caminaba con sus ovejas, cuyo número era mil. Un segundo pastor conducía trescientas, otro cien; y había un último que conducía un rebaño de veinte ovejas. El primer pastor dejó sus ovejas junto al río donde solo hay piedras. El segundo pastor las llevó a un cerro de tierra árida y sin pasto. El tercero las condujo, a un prado de ortigas y sólo el cuarto las conduce a un prado de hierbas buenas y aromáticas. Llegado que hubo el jefe de los pastores, le preguntó al primero: ¿dónde están las ovejas? Y éste dijo: están a la orilla del río. Después le preguntó al segundo: ¿dónde están tus ovejas? Y éste respondió: junto conmigo, pero no las he llevado a pastar. Luego le preguntó al tercero: ¿dónde están tus ovejas? Y éste dijo: las dejé abajo, en el campo de las ortigas. Pero ¿qué has hecho? - le dijo el jefe. ¿No sabes que a las ovejas les hace daño comer ortigas y se pueden morir al no alimentarse? Aprende del cuarto pastor que dejó sus ovejas en el prado con hierbas aromáticas. Allí las ovejas comen y gozan su alimento. Así es la Palabra de Dios: hay que alimentar el rebaño y llenarlo de la Palabra (*).
(*) Miguel Angel dice que cuando la Virgen le narraba ésta parábola la veía a Ella y a la multitud al mismo tiempo.

LXII - Dios va a agotar su cólera. Desventurados los habitantes de la tierra. Nadie podrá sustraerse de tantos males reunidos, habrá peste (**) y mucho odio, pero aún no se darán cuenta que vendrá el Hijo del Hombre a reinar y juzgar a la gente. Todo lo que está arriba caerá como lluvia de fuego (los satélites que no son naturales). Grandes mares y olas tragarán muchas naciones, pero sí hay un solo camino, el camino de la verdad que es mi Hijo.
(**) El Sida.

LXIII - No dejéis que Satanás se meta en vuestros corazones aunque de cierto os digo que cuando Satanás se mete en los corazones sólo hay el show y no la Madre de Cristo.

LXIV - He llorado sangre en todo el mundo y aún no os dáis cuenta que Yo soy la Madre de Dios, la Llena de Gracia.

LXV - Vendrá mi Hijo a juzgar por todo lo que habéis hecho.

LXVI - Las moradas del cielo están desocupadas.

LXVII - Hay dos caminos, uno ancho y otro angosto. Uno al infierno, el otro a Dios.

LXVIII - Cristo Jesús murió por nosotros.

LXIX - Os pido oración y que no ofendáis más a mi Hijo Vuestro Señor. Os pido que recéis mucho, que hagáis mucha penitencia porque luego llegará la cólera de Dios. Mi corazón se entristece por todos los pecadores y os pido que recéis mucho. Yo he venido a Chile a salvar almas que van a la perdición, no se me quiere oír ni escuchar nada. Si dejáis pasar estas palabras ¿qué cuenta váis a dar al Eterno? Meditad mucho porque yo estoy aquí y no he venido en vano. Yo soy la Dama Blanca de la Paz que os quiere salvar y os ama a vosotros, a todos. Mirad, todos vosotros sóis mis hijos, todos sin excepción. Os amo y os quiero pero pido también, como Yo os amo, que vosotros améis al Señor vuestro Dios que murió en la cruz por vosotros. Yo soy el Corazón Inmaculado de la Encarnación del Hijo de Dios, la Dama Blanca de la Paz.

LXX - El Rosario es la mejor arma contra el demonio. Mi corazón se entristece. Orad, rezad mucho. Llegará el fin de los tiempos. De cierto os digo que vengo a salvar almas que van a la perdición.

LXXI - Miguel Angel habla: Veo al Hijo del Hombre a la derecha como rey, juzgando a las naciones. Veo muchos muertos levantarse del sepulcro; un dragón tirado blasfemando contra Dios; una mujer vestida de sol: la Señora. Y habla el mensaje de Cristo. La bestia quiere devorarla. Veo al Hijo de Dios cabalgar en un caballo blanco sobre las nubes. La Señora también viene. El dragón es lanzado al abismo. El dragón representa el comunismo con la hoz y el martillo. El dragón es Rusia, Irán, Ingraterra, Estados Unidos. Veo una gran luz. También veo una gran oscuridad. Gritos de desaliento, lamentos. El Hijo del Hombre, con su coro de ángeles, van a todos lados con caballos de fuego, rojos, verdes, amarillos. Los ángeles alaban a Dios y lo siguen muchos, muchos habitantes de la tierra. Veo la caída de un gran imperio. El anticristo es derrotado y triunfa Cristo. Veo tres señales, las siete colinas, una copa, Cristo en una mesa con todos aquellos justos que se fueron al cielo. Las almas perdidas son muchas. Allá está Cristo en el sol. La Señora está en el cielo.

LXXII - El mundo debe pensar antes de actuar. Los científicos han hecho una bomba. Satanás está en medio de ellos. La bomba puede destruir la mitad del mundo. Un humo negro se verá, muchos morirán, grandes y pequeños. Muchos. Y los que queden en pie envidiarán a los que estén muertos, porque habrá cosas que jamás han visto.

LXXIII - Miguel, una noche cualquiera cuando dancen las estrellas y el viento sople los árboles y bailen todas las cosas, esa noche tu verás en el cielo una gran luz con una enorme cabellera. Habrá que visitar frecuentemente el Santísimo Sacramento, habrá que confesarse y hacer muchos sacrificios. Muchos obispos, cardenales y sacerdotes van por el mal camino y en ello llevan muchas almas a la perdición.

LXXIV Jesús: - Aquí haré una capilla con el nombre de mi Madre, la Dama Blanca de la Paz.

LXXV Jesús: - Ayúdame hijo, ayúdame. Está cargada de tantos pecados... ¡Ayúdame!

LXXVI - Se dará proféticamente la fecha de un gran terremoto: Cuando terminen de caer las hojas de los árboles, cuando comiencen los vientos y relámpagos y una enorme lluvia, todo cambiará. Cuando ya no se piense más en nada. Cuando ya no haya trigo, cuando ya se queme toda la madera. La nieve cae y los árboles se mojan. Una noche sin luna y sin estrellas la tierra despertará. Y ahí, muchas almas clamarán a Dios y dirán: ¡Dios mío, ayúdame! Poco antes no se acordaban de Dios, pero cuando están en aprietos se acuerdan que un Señor y un Dios. El espesor bajará, las cloacas se abrirán y muchos derrames de sangre habrá y mucho llanto, muchos gritos de espanto y horror. He aquí la fecha. (Dado el 6 de mayo de 1984).

LXXVII - Hay niños que caen al infierno por causa del cine, la televisión, las revistas. Son pasajes para irse al infierno.

LXXVIII - Les doy mensajes y no quieren entender. Les doy señales y no quieren entender. Se portan mal.

LXXIX - Me pasearé por todo el mundo triunfante. Hoy se cumple la gran profecía de Calatina Lauburé. Me pasearé por todo el mundo triunfante como La Dama Blanca de la Paz porque quiero la paz y la unión de todos.

LXXX - Vamos a hacer un silencio para adorar a Dios Padre, Hijo y Espíritu Santo.